El plato de hoy terminará en el horno, gratinándose con una deliciosa capa de queso, ¡como para no quedarse!
Como siempre que comenzamos todas nuestras recetas y antes de ponernos a cocinar, recuerda desalar tu DonBacalao. En nuestro blog y en nuestras redes sociales te contamos cómo hacerlo. De cualquier forma, si vas a utilizar trozos para esta receta de mayor grosor que el habitual, altera un poco las indicaciones que te dimos y alarga los tiempo en el proceso de desalado.
Vamos a comenzar preparando la bechamel; si sueles realizarla en casa de manera habitual, haz la que más te guste. Si no es el caso, te recomendamos seguir estos pasos tan sencillos: coge un cazo de tamaño medio y añade la leche templada, que no esté caliente ni recién sacada de la nevera. A continuación, añade la mantequilla a temperatura natural, la harina, la pimienta, la sal (al gusto) y la nuez moscada. En cuanto a las cantidades, dependerá de cuánta bechamel quieras en tu plato, así que te recomendamos hacerlo a ojo. Ahora sí, pon a hervir el cazo, continúa removiendo para que no se pegue.
Una vez esté lista, retírala del fuego y coge tu DonBacalao. Enharina los trozos (recuerda retirar el exceso para que tus piezas no pierdan textura una vez cocinadas) y fríelas. En este paso no debes terminar de cocinar el bacalao, ya que eso ocurrirá al final de la receta, cuando lo introduzcamos en el horno. Si en este momento lo terminas de hacer, al final tendrías un bacalao completamente seco. Cuando vayas a retirarlo de la sartén, déjalo en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Ahora, escoge una sartén mediana, añade un chorro de aceite de oliva virgen extra y fríe los ajos muy picados. Una vez estén tus ajos con el clásico tono dorado, entonces ha llegado el momento de añadir los piñones, las pasas y las espinacas. En cuanto a este último ingrediente, asegúrate de que estén bien escurridas y cortadas, o de lo contrario aguarás la salsa. Añade sal y pimienta al gusto y cocínalo a fuego medio hasta que desaparezca la parte líquida.
Llegamos al final de nuestra receta y la parte que más van a disfrutar los pequeños de la mesa: toca pasar a trabajar con el horno. Coge una bandeja apta para horno y añade bechamel en el fondo, una capa generosa. Añade todos los lomos de DonBacalao que has dejado a medio cocinar y cúbrelos con el resto de bechamel. Ha llegado el momento de añadir nuestras espinacas.
Por último y para finalizar nuestra receta, espolvorea el queso que más te guste (preferiblemente, uno especial para gratinar) e introduce la bandeja en el horno. El tiempo de gratinado dependerá de tu horno y el queso seleccionado, así que estate pendiente para que nada se seque y consigas el plato tan jugoso que te hemos traído hoy para todos tus comensales.