En primer lugar y para tener los pimientos listos para cuando los necesitamos, vamos a asarlos. Prepara una bandeja de horno con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y un poco de sal (al gusto, si no quieres, no hace falta). Precalienta el horno a 180ª, que salga calor arriba y abajo y déjalos asando durante 45 minutos. Es importante que te asegures que no sale aire, así no se secará el jugo que suelten los pimientos.
A continuación y mientras se asan poco a poco nuestros pimientos, vamos a pasar al ligero rebozado que nos permita dorar el bacalao. Para esto, lo pasamos por harina y lo sellamos en una sartén con un poco de aceite.
Una vez tengamos todos los lomos, en esa misma sartén sofreímos el ajo, y la cebolla que cortarás en trozos no muy pequeños. Este paso conviene hacerlo a fuego muy bajo para conseguir la textura blanda y suave que buscamos de la cebolla. El tiempo varía dependiendo de cada fuego, pero puedes calcular unos 10 minutos antes del siguiente paso.
Cuando veas que está listo, añadimos el vino, el tomate frito, la hoja de laurel y una cucharadita de pimentón dulce. Esta mezcla deberá quedarse en el fuego durante una media hora si la salsa de tomate es casera, en caso de haberla comprado ya hecha, entonces con la mitad de tiempo es suficiente.
Ahora remueve bien esta mezcla para que se fusionen todos los sabores y en cuanto esté lista, déjala en reposo durante unos 10 minutos. No dejes de remover, así también conseguiremos que nada se pegue o se queme en el fondo de nuestra sartén.
Llegados a este punto, te recomiendo probar la salsa y corregir el punto de sal si es necesario antes de añadir los pimientos.
Ahora sí, añade los pimientos asados y, con mucho cuidado para que no se rompa, remueve todo.
Ahora ya podemos comenzar a añadir el bacalao para que se haga. Comienza dejando los lomos con la piel hacia arriba, haciéndoles hueco con una cuchara de palo y que así, estén un poco más cerca del fondo de la cazuela. Que permanezcan así durante unos 4 minutos y después repite lo mismo pero en este caso, que la piel esté hacia abajo. Recuerda que en este paso el punto de la temperatura es importantísimo, mantenlo a fuego medio-bajo; no queremos que se pase la salsa ni que se queme el bacalao.
Cuando consideres que tu bacalao ya está listo, entonces agrega los pimientos y dos cucharadas de la salsa que han soltado al asarse en el horno.
Vuelve a tapar la cazuela con todos los ingredientes ya dentro y déjalos durante 5 minutos para que termine todo de hacerse y tu DonBacalo coja todo el sabor del la salsa ya fusionada con los pimientos.
Hay gente que prefiere darle el último golpe de calor en el horno, así que aquí como tu prefieres o te guste más; si te decantas por el horno, pasa todo con cuidado a una fuente de horno y déjalo durante 10 minutos a 150ª con calor arriba y abajo pero como comentábamos al principio, sin aire.
Es posible que tengas más salsa de la que necesitas para esta receta, no pasa nada, guárdala en el congelador y aprovéchala con otros platos como carnes, ensaladas o bocadillos.