Como habrás podido observar, desde DonBacalao llevamos unos meses dándote ideas para la temporada más calurosa del año, así que, como esos días todavía no han terminado, te traemos una idea nueva que te va a encantar y sorprender a partes iguales. 

De cualquier forma, dentro de tratarse de un plato sano, lo que te traemos hoy cuenta con algo más de elaboración que las últimas recetas que hemos ido incorporando a nuestro blog; te plantearemos diferentes opciones de cocinar los pasos a lo largo de este plato. 

En primer lugar, y como siempre, asegúrate de contar con todos los ingredientes y en el caso del bacalao, desálalo antes siguiendo la guía que encontrarás en nuestro blog.

Vamos a comenzar esta receta por la base, así que coge las patatas y córtalas en láminas finas/medias. Si prefieres darle un toque más crujiente, puedes cortarlas muy muy finas (incluso con un pelador) para que la base imite unas patatas fritas (pero tranquilo, no tendrás que freírlas, solo introducirlas en el horno). Independientemente de la opción con la que te hayas quedado, pon una capa de papel albal en una fuente para horno y deja tus patatas durante unos 25 minutos a 200º. Tú conoces tu horno mejor, así que si crees que el tiempo o la temperatura deben ser diferentes, adáptalo para dejar las patatas a tu completo gusto.

Mientras se cocinan las patatas, coge una sartén, añade un chorro de aceite de Oliva Virgen Extra y dora tu ajo. La mejor forma de cortarlo, para nosotros, es muy picado. Cuando lo tengas listo, añade el resto de verdura. Tanto la cebolla como los pimientos deberán ir muy bien picados para que el resultado final del plato sea el que buscamos. Una vez cortado todo, añádelo a la sartén y déjalo pochar durante unos 7 minutos. 

Ahora, con las verduras listas, pasamos a preparar el tomate frito. Aquí tienes varias opciones, nosotros vamos a recomendarte siempre la más sana (sobre todo porque en este caso no te llevará mucho más tiempo). Independientemente de la temporada en la que cocines este plato, encontrarás en el mercado alguna variedad de tomate específica para rallar o triturar, así que hazte con ella. Conforme vayas rallando el tomate verás la cantidad que necesitas así que te recomendamos hacerlo a ojo; dependerá del tamaño, la calidad y la variedad de los tomates elegidos. Una vez listo, añádelo a la sartén con el resto de verduras, cocínalo y sazona al gusto. Si lo prefieres, añade el bote de tomate triturado que más te guste. 

Cuando veas que comienza a cocinarse, añade el bacalao. La mejor forma de hacerlo es desmigándolo previamente, recuerda que queremos que los trozos de todos los ingredientes sean muy pequeños para que, cuando el comensal pruebe nuestro plato, pueda degustar todos los sabores en un mismo bocado. Antes de retirar la sartén del fuego calcula un par de minutos y ya lo tendrás listo.

De esta forma, toca emplatar, así que comienza a montar “la torre”: de base pon patatas, un poco de bacalao, el sofrito de tomate con verdura y por último un poco más de bacalao con el toque justo de cebollino, para que no solo adorne, sino que le aporte un poco de sabor.

¡A disfrutar!